sábado, 2 de febrero de 2008

Intentando de nuevo


heme aquí de nuevo, frente al ojo iluminado que todo lo ve, que todo lo muestra, pero nada deja tocar, tratando de expresar miles de soplidos mentales que van como torbellinos en mi cabeza. Una vez tuve lugares de expresión que ya fueron, como olvidar y no dejar de recordar esas historias etílicas, los suspiros en el viento que escribieron las letras de insomnio desde que ella se fue, o los alaridos desenfrenados del jolgorio sin fin de The Nords y la historia empezada y jamás terminada de Corazón de Chancho. No puedo dejar atrás mis "Mil recuerdos y un olvido", aún tengo mucho que decir, mucho que contar, ahora en otra vida, en otro tiempo, con otra verdad, donde mis recuerdos toman sentido, donde mi olvido ocupa un lugar.

Desenfrenos

las manos caudalosas de sangre,
la cabeza retumbando de gritos,
la nariz harta de bosques incendiados,
la lengua desértica implorando por ríos,
son marcas fugases del desenfreno inconsciente
de tus sabores de anarquía en mi ser.
No creer en la consecuencia de mis actos,
te hacen ser captora de mis recuerdos,
y con tu seductoras esencias me mientes,
pero caigo en tu trampa sin importar.
¡Ay! de ese rechazo que provocas en los fantasmas
que me observan en círculos reprobatorios,
¿como poder después sacar el malestar?
La vergüenza sostenida en las ganas,
De hacerme invisible y no mirar a los ojos
de esos misericordes cuerpos ambulantes,
Que pasan como avalanchas de voces envolventes sobre mi,
¡ya he tratado!, ¡Dios sabe que he tratado!,
Pero caigo en ti una vez más,
Y me dejo llevar, y me dejo convencer,
Y que mas da, tú eres mi ahora,
si bien no en el siguiente sol,
Quizás en la próxima luna,
Una noche encuentre al ser
que me salve de ti,
de tu vorágine sin piedad




salud!!!

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