El Machitun

Sobre un boscoso monte las tinieblas son alumbradas por danzantes llamas de un fuego hermoso, una fogata que con su luz remarcaba las huellas de sus rostros, testigo emblemático sin igual de su raza. El cahuín embriagante alrededor de la pira fantástica los hacía perderse en historias y recuerdos ancestrales, el cual fue interrumpido de súbito por el kultrun chispeante de una machi, por el tintinear burbujeante de su kaskawilla, y por su hipnótica lengua que parecía lanzarles conjuros en mapuzungun. Uno a uno fueron cayendo en un trance como aletargados por un pesado sueño, la dueña del kimun de nuestro pueblo les llamó a cada uno por sus nombres, menos a uno, el cual yacía inmóvil sobre el frondoso pasto de la ñuke Tue. Entonces tomó la guardadora de los secretos del wenumapu al joven por un costado, y este como electrificado convulsiona, al instante posase sobre él la machi, masticando en su boca un menjunje de hierbas, dejándoselas caer luego suavemente entre sus labios , ayudandole a ingerir ese elixir sanador. Luego la anciana sabia desaparece tras la noche como un espíritu del bosque, entonces todo termina, y él despierta del machitún que se le proporcionó, pero no en la espesura del bosque, sino que... ...en la calidez de su cama, todo había sido un sueño.

Küme pewma!!!!

Blogalaxia Tags: poesia historias anecdotas