sábado, 7 de febrero de 2009

Su amada, el Amante y su Propia vida

Esta historia corta la escribí hace un tiempo y ha sido publicada en un blog de origen venezolano llamado Short Cuentos

Pasos, mormullos, risas, vasos chocando en brindis, canciones que nadie escucha, ruidos de alegría que parecen no llegar a un rincón de aquel bar, donde un hombre llora su desgracia, ellos no parecen ver sus ojos perdidos, lejanos, como muertos. El hombre ahogado en pena mira a su alrededor, pero solo ve el vaso medio vacío, la botella llena de promesas de olvido, bebe de ella, buscando consolación, bocanada tras bocanadas su martirio parece agrandarse, su cabeza explota en miles de ideas macabras.

La botella vacía, el vaso medio lleno, el hombre duerme sobre la mesa, soñando con anteriores realidades, el nombre de su amada vocifera, sin saber de tiempo ni espacio, ese sueño se vuelve pesadilla, grita su nombre, pide que no lo deje, que no se vaya, que no le engañe, el le ha dado todo, una vida completa de sacrificios, por que ella le paga así.

Un hombre se acerca, golpecitos en la cabeza, pretendiendo despertar a aquel ebrio sumido en sueños de desengaños, pero el no vuelve en sí, no escucha a nadie, no siente nada, solo un nombre dice, lo toman de los brazos, sonríe como un niño, parece estar volando hacia la felicidad, es dejado en un pequeño callejón.

Agua de vida, agua de muerte, cae sobre su rostro la lluvia nocturna, como cachetada de madre desilusión, lo despierta de una vez, se levanta húmedo de borrachera, aun con los ojos desgarrados, hace parar un taxi.

A su casa llega el hombre ebrio, se supone de la ciudad se había ausentado, nadie esperaba verlo hoy, el taxi paga, baja del vehículo, se para frente al pórtico, sus manos levanta hacia su rostro desfigurado por la amargura y el alcohol, suspiros descontrolados salen de su pecho, lagrimas brotan sin cesar como si alguien se le hubiese muerto, entre sollozos va rodeando el jardín, hasta llegar al patio de atrás, se sienta bajo el ventanal que da a su dormitorio, de pronto su llanto aumenta, sus oídos tapa con fuerza, no es capas de escuchar los sonidos orgásmicos del pecado, de la traición, de la desilusión. Las peores de sus pesadillas parecían hacerse presente en el lugar, el hombre ebrio en llanto, cambia sus ojos de tristeza amarga, a una furia extrema, nunca jamás, hubiese el creído ser parte de la maquinación que se le atraviesa por su atormentada cabeza.

Dos Tiros salen de la casa del ebrio, no hubo gritos, ni quejas, se deja escuchar un tercer estallido penetrador que cruza por su sien, revienta sus ojos cansados de tanta amargura, hasta alcanzar su parietal izquierdo, terminando con gran cantidad de sangre que salpica en la ventana que da al patio trasero de su casa, su cuerpo lleno de muerte cae sobre la alfombra verde, un río rojo de furia forma un lago de miseria humana. Ese cuerpo, que yace en aquel suelo donde tantas veces la amo, carga ahora con tres muertes, su amada, el amante y su propia vida.


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1 comentario:

simalme dijo...

Muy buen blog, te agrego.v Gracias por leer mi "novela". No podia creer que alguien la siguiese...Gracias.