Ondulante y fugaz te vi entre nubes,
mojaste mi rostro con tus lágrimas al viento,
entonces improvisé un beso para calmar tu dolor.
Te dije: “niña no estés triste,
sueña nada más, lánzate al vacio
que te tomaré entre mis brazos
descubre conmigo la inmensidad
y dejemos atrás nuestro pasado.”
Una sonrisa cubrió tu rostro,
y mis ojos se llenaron de tu alma,
no pude ver más que tu andar danzante,
¡en cada sueño ahora estas prendida!
como presa por cada sentido,
por cada emoción que se genera
por el choque de nuestros corazones.
Hoy surgimos en los amaneceres,
y un haz de luz ilumina nuestros caminos.
mojaste mi rostro con tus lágrimas al viento,
entonces improvisé un beso para calmar tu dolor.
Te dije: “niña no estés triste,
sueña nada más, lánzate al vacio
que te tomaré entre mis brazos
descubre conmigo la inmensidad
y dejemos atrás nuestro pasado.”
Una sonrisa cubrió tu rostro,
y mis ojos se llenaron de tu alma,
no pude ver más que tu andar danzante,
¡en cada sueño ahora estas prendida!
como presa por cada sentido,
por cada emoción que se genera
por el choque de nuestros corazones.
Hoy surgimos en los amaneceres,
y un haz de luz ilumina nuestros caminos.
4 comentarios:
Buenas letras, el poema es casi:"Te vi y te hice parte de mi". El camino de un solo hoy está hecho de muchos ayeres.
Saludos.
la luz del camino ,que no se haga tenue para que eso corazones no tomen rumbos diferentes..
Cuanta luz en tus palabras..^o^
Maravillosas letras!!!!
Cariños
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